
Siguiendo la tónica de la cuesta de "Enero" propongo que el primer peeling sea de sal, sí de sal gruesa, la de cocinar el pescado. Nos podemos poner en la bañera y rociarnos con un poco de agua, entonces cogemos un kilo de sal marina y nos la vamos masajeando por todo el cuerpo, empezamos por los pies hacia arriba, los brazos desde las muñecas hacia los hombros, la barriga en círculos en dirección de las agujas del reloj de arriba a abajo, el pecho con cuidado, nos ponemos de pie y nos quedan los glúteos terminando por la espalda y el cuello de atrás hacia delante. Ahora, como si tal sirena, podemos empezar a llenar la bañera con el agua lo menos caliente que soportemos y nos quedamos allí unos diez minutos. ¿POR QUE? Pues porque además del peeling conseguimos uno de los mejores tratamientos anticelulíticos naturales.
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