MI ABUELO

Dicen que cuando un amigo se va algo se muere en el alma que no lo puede ocupar...y digo yo cuando un abuelo se va,tambíen se queda un vacio que junta y a la vez rompe una familia, y no, no le tocaba tenía tanta vida que cojio su gorra y a toda prisa como el viento se fue a caminar, de aspecto viejo de corazón joven del barça hasta la medula,con sus domingos de cartas y sus manos gastadas no le impedian no parar de acer. Poco amigo de las sillas.Con un bueno y un suspiro,dando vueltas por la cocina cuando tenia hambre .El huerto las flores y los olivos lo vierón sudar y madurarón con él,tantos años de casado,pero lo mejor,cuando ha su unica nieta vió nacer. Ella que le sacaba esa risa complice y con quíen jugagaba y adoraba por encima de todo,me contarón que lloro cuando a diario la visitaba en la uci .La llevo en brazos y la beso con su arrugada piel, al mayor de nietos lo quería como a un hijo,y al mediano... que ahora no para de llorarle y de gritar que todo esto es un sueño y que mañana despertarés .Si viera lo que esta sufriendo, lo abrazaría tan fuerte que se fundiría con él. No hay dudas, se que quería a los suyosl.Y se que ami tambíen,y aunque no soportaba las cosquillas, pero si le ponia crema en su curvada espalda me lo agradecia sin mediar palabra .Vivío penas y glorias como todos los de sus tiempos fué buen padre esposo y el mejor abuelo que puedas tener, no le tocaba irse tan pronto pero una mañana de otoño como tantas en su vejez se enfundo sus zapatillas y salío para no volver .Quíen le iba ha decir, que ya no estaría entre nosotros,sabiamos que aún no se habia detenido su reloj,pero volo por los aires y no supo jamaz que el porqué. Lo llene de besos estabá tan heladito que lo tapé,su cara no era igual ya no lo podía reconocer, no se parecía a quíen fué, pero segui llenandolo de besos,le aprete la mano y casi lo note. Me decía adios y yo a él tambíen. Se le apago la luz un dia lleno de sol .Se fué, yo te quería y se que tus cenizas estaran entre tus tomates y la lluvia calmara tu sed, pero ahora no puedo dejar de llorarte y de maldecir al que iba al volante y te vió por ultima vez.